El principio de capacidad contributiva es una de las bases más importantes de cualquier sistema tributario, especialmente el venezolano. Lo encontramos consagrado en el artículo 316 de nuestra constitución, y es una de tus herramientas más poderosas para defenderte de una fiscalización.
Los deberes tributarios devienen de la idea de que todos debemos contribuir con las cargas públicas, es decir, con todos los gastos que son comunes para todos. Por ejemplo: vialidad, seguridad, infraestructura pública, etc. Sin embargo, esta obligación no es arbitraria ni igual para todos, pues aquí es donde entra el principio de capacidad contributiva.
Nuestra constitución establece en su artículo 133:
“Toda persona tiene el deber de coadyuvar a los gastos públicos mediante el pago de impuestos, tasas y contribuciones que establezca la ley.”
Es de este mandato que nace la obligación de pagar impuestos, pero a su vez debe ser interpretado conjuntamente con el artículo 316:
“El sistema tributario procurará la justa distribución de las cargas públicas según la capacidad económica del o la contribuyente, atendiendo al principio de progresividad […].”
Esto porque, si bien es cierto que debemos contribuir con las cargas públicas, no significa que debemos hacerlo de la misma manera o cantidad. El motivo es sencillo: no todos tenemos la misma capacidad para contribuir.
Capacidad: aptitud para ser sujeto de derechos u obligaciones (Diccionario Panhispánico del Español Jurídico).
Supongamos un caso hipotético: una madre soltera con múltiples hijos y dependiente económicamente de sueldo mínimo no puede aportar dinerariamente lo mismo que un empresario. Por esta razón, ningún impuesto puede ir en menosprecio de tu capacidad para contribuir, o (visto de otra forma) ningún impuesto puede obligarte a pagar lo que no tienes.
¿Cómo se determina la capacidad?
Esencialmente, hay dos formas de determinar la capacidad contributiva, una “presuntiva” y otra “analítica”.
- Presunta: parte de una presunción, es decir, supone su existencia como consecuencia de un hecho. Por ejemplo: en el caso del IVA, la compra de un bien gravado supone la existencia de capacidad suficiente para pagar el impuesto.
- Analítica: requiere un análisis de las condiciones del contribuyente para determinar de forma exacta esa capacidad. Por ejemplo: para determinar el ISLR a declarar y pagar, se deben verificar las remuneraciones o ingresos percibidos contra los costos desgravámenes (cuando sean aplicables).
¿Puedes utilizar este principio para defenderte de fiscalizaciones?
¡Sí, absolutamente! Como ya te mostrábamos, el principio de capacidad contributiva es un pilar fundamental del sistema tributario. Al menos en teoría, ningún impuesto te debería quitar lo que no tienes. En consecuencia, la ausencia de capacidad hace inaplicable el impuesto.
¡Ojo! Es importante no confundir el pago de un impuesto, del pago de una sanción por el no cumplimiento de un impuesto. Este principio no es aplicable para el cumplimiento de una sanción, pues ella es consecuencia de una conducta sancionada, y no de la obligación de contribuir con las cargas públicas.
¿Quieres aprender más sobre temas tributarios, contables, y laborales? ¡Te invitamos a conocer nuestra sección de webinars gratuitos y visitar nuestras redes sociales!
1.-Pero, ¿cómo pueden ser justa la distribución de las cargas impositivas, con una UT desventajosa de la realidad financiera, cuando se pierde el valor de los desgravamenes que puedes usar?
2.-Si el pago de una sanción, está justificado por el incumplimiento de un tributo, ¿Cómo multan a un condominio residencial, por no haber presentado DDR (en cero) porque no hubo generación de rentas? Por el simple hecho de no haber presentado la declaración? Si no hay nada que decloarar?