Uno de los métodos más comunes para ahorrar es dar prioridad al gasto básico del mes y luego guardar «lo que sobra», y ciertamente puede ser una táctica efectiva para construir un capital fuerte. Sin embargo, eso no quiere decir que sea la mejor forma de ahorrar. Ahorrando primero y gastando después puedes garantizar un incremento constante de manera mensual. Para ello, también es necesario tomar en cuenta una buena planificación y sólidas habilidades para presupuestar.
En algún punto todos hemos aplicado “primero gastaré en todas las cosas que necesito, y lo que me sobré lo guardaré”. En muchos casos, gracias a esos “poquitos” hemos logrado invertir en cosas que anhelamos. Con este sistema, garantizamos la satisfacción de nuestras necesidades a corto plazo y requiere un menor esfuerzo de planificación. A continuación te dejamos un tip ahorro para mejorar tus finanzas.
Sin embargo, con esta técnica nuestros “ahorros” se vuelven inconsistentes. Cada mes estaríamos guardando cantidades distintas de dinero en función de aquellos gastos que decidamos tomar. Se vuelve mucho más difícil definir a ciencia cierta, y de forma exacta, en qué momento podremos alcanzar nuestro objetivo final. Además, subordina el ahorro a otros gastos que, quizá, no debieran tener tanta importancia, por lo que puede haber casos en los que ni siquiera ahorremos nada.
Dice el dicho: “más vale pájaro en mano que diez volando”, lo cual aplica muy bien para el ahorro. Es mejor tener una entrada segura y estable, que imaginar los distintos y variados escenarios del futuro que desconocemos, siquiera, si pasarán. En este sentido, es mejor cambiar el procedimiento; intenta: «ahorrar primero y gastar después».
Beneficios de ahorrar primero
Ahorrando primero consigues:
- Aseguras una entrada estable de dinero a tus ahorros y guardas también una parte para ser gastada.
- Con un flujo estable y constante se vuelve mucho más fácil definir un tiempo estimado para cada una de las metas.
- Te mantiene preparado para una eventualidad, gracias a que siempre tendrás dinero guardado.
Sin embargo, para seguir este método también es necesario valerse de otras prácticas que la apoyen, como es la disciplina. Sin una voluntad férrea, es imposible apegarse al fin y muy fácil caer en la tentación de “tomar un poco de ese ahorro”. También es necesario valerse de un sólido presupuesto que te dé suficiente flexibilidad de cómo mantener ese ahorro fijo y estable, pero que no te prive de cumplir con otros gastos que puedan ser importantes.
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